Sabemos que los pulmones de la tierra son los árboles, son nuestra medicina contra la contaminación, ya que las grandes masas boscosas son las fabricas de oxigeno a través de la fotosíntesis, que es la propiedad que tienen las plantas verdes de producir oxigeno a partir del anhídrido carbónico del aire, por efectos de la luz solar, en presencia de la clorofila. La contaminación del aire podría de hecho menguarse por este aporte.
Creemos que en las grandes ciudades, los árboles, por este mecanismo, también contribuyen a sanear el ambiente, pero no es así, pues se ha podido comprobar en las regiones altamente industrializadas que, por efecto del hollín y del humo del alquitrán, producidos por los factores contaminantes hacen que los estomas o poros de las hojas, a través de los que se hace el intercambio gaseoso, esten obstruidos, por lo cual esta función salvadora no se realiza.
Esta es la razón por la cual toda la Ciencia de la humanidad esta empeñada en ganarle la batalla a la Contaminación.
A través de la OMS (Organización Mundial de la Salud) se realizan estudios para controlar la concentración de partículas contaminantes en regiones especialmente elegidas.
También se estudian los síntomas y causas de las enfermedades humanas atribuidas a la contaminación; y porque de tanta muerte de los animales.
La lucha esta encaminada a obtener métodos para neutralizar adecuadamente los contaminantes industriales, a controlar los aditivos conservadores de los alimentos y a obtener insecticidas, plaguicidas y detergentes biodegradables, es decir que puedan ser
Neutralizados, desdoblados en productos no tóxicos o destruidos por efecto de las bacterias del suelo o del agua.
Sin duda, nuestra civilización dará un gran paso si es capaz de aprovechar los dones de la naturaleza, pero conservándolos tal como son, con toda su vasta riqueza en seres vivos de incontables variedades, como seguro para la persistencia de la propia vida del hombre.
Creemos que en las grandes ciudades, los árboles, por este mecanismo, también contribuyen a sanear el ambiente, pero no es así, pues se ha podido comprobar en las regiones altamente industrializadas que, por efecto del hollín y del humo del alquitrán, producidos por los factores contaminantes hacen que los estomas o poros de las hojas, a través de los que se hace el intercambio gaseoso, esten obstruidos, por lo cual esta función salvadora no se realiza.
Esta es la razón por la cual toda la Ciencia de la humanidad esta empeñada en ganarle la batalla a la Contaminación.
A través de la OMS (Organización Mundial de la Salud) se realizan estudios para controlar la concentración de partículas contaminantes en regiones especialmente elegidas.
También se estudian los síntomas y causas de las enfermedades humanas atribuidas a la contaminación; y porque de tanta muerte de los animales.
La lucha esta encaminada a obtener métodos para neutralizar adecuadamente los contaminantes industriales, a controlar los aditivos conservadores de los alimentos y a obtener insecticidas, plaguicidas y detergentes biodegradables, es decir que puedan ser
Neutralizados, desdoblados en productos no tóxicos o destruidos por efecto de las bacterias del suelo o del agua.
Sin duda, nuestra civilización dará un gran paso si es capaz de aprovechar los dones de la naturaleza, pero conservándolos tal como son, con toda su vasta riqueza en seres vivos de incontables variedades, como seguro para la persistencia de la propia vida del hombre.
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